“Por este medio, les comento lo que me sucedió el día de hoy:
Me disponía a tomar el autobús de la empresa Alfaro Ltda. a las 10:00 de la mañana en la terminal municipal de Santa Cruz, Guanacaste. Llegué 30 minutos antes y el chofer ya mayor llegó en el autobús con la placa número GB2847 faltando tan sólo 5 minutos para la hora de salida de la ruta Santa Cruz-Nicoya-San José por puente.
Apenas ingresa el autobús a la terminal de la empresa Alfaro Ltda, me dispongo a acercarme al automotor para hacer el ingreso correspondiente al protocolo. El chofer, abre la puerta de la rampa e inmediatamente me fijo que el autobús no cuenta con los lineamientos de ley 7600.
¿Por qué?
Primero:
El espacio que le corresponde a la silla de ruedas es parcialmente invadido por dos asientos para pasajeros sin discapacidad. Lo cual es totalmente prohibido.
Segundo:
En el piso del autobús hay un carril con una profundidad aproximada a unos 12 cm. Para muchas personas esto no podrá ser ningún problema, pero para mí sí lo es ya que si mi silla de ruedas se mueve por alguna curva u otra razón, inmediatamente caeré al piso y me fracturaré (mis huesos no son los mejores) sin poder evitarlo.
Le explico al chofer que este autobús en muchas ocasiones ha recibido varias quejas de mi persona precisamente por el hecho de que para mí es una tortura viajar en él más de cuatro horas seguidas. Además, les he explicado que ellos y yo sabemos que no están cumpliendo con los lineamientos de ley y que por favor lo hagan para no quejarme eventualmente de manera formal.
Mi padre y yo, tratamos de explicarle que ya esto no puede seguir así mientras el insistentemente me dice que hablara con el dueño para que yo no me queje de esta situación. Yo le digo, que tendré que hacerlo ya que en muchas ocasiones advertí y no fui escuchada al punto que hoy me está afectando para viajar y golpearme todo el camino.
Dicho esto mi padre y yo le decimos que acomode el autobús nuevamente para poder ingresar ya que no tenía opción de viaje y necesitaba tomar el autobús urgente. Él, me dice que primero meterá a las demás personas y yo le explico que mejor me meta a mí porque con toda la gente adentro muchos pasajeros no querrán darme espacio para ingresar. El no quiso hacerme caso e instó a las personas a ingresar al autobús.
Luego, me dijo que ya se iba porque se le hacía tarde y yo le dije que no podía hacerme eso, que yo también tenía que viajar que y que yo soy igual que los demás. Simplemente, levantó sus hombros como según dice la comunicación no verbal desinterés a lo que le expliqué.
Permanecí varios minutos observando sin poder dar crédito como el autobús se retiraba de la terminal mientras yo quedaba viéndolo a la distancia junto a mi padre.
Cuando logre estabilizarme, llame al 911 e hice la denuncia correspondiente. Además, llamé al chequeador de la empresa exponiendo la situación de la cual supuestamente él no sabía nada. Cuando llegó el policía de tránsito, se le llamó al chequeador nuevamente. Él dijo que habían dos versiones (del chofer y los mía) y que si quería hiciera la denuncia correspondiente.
Además, dijo que el chofer se defendió diciendo que fui yo la que le dije a él que no me iba a subir al autobús cuando mi padre y yo sabemos muy bien que ambos le dijimos que por favor acomodara el bus para poder subir y él no quiso. Él, simplemente dijo que no porque se le hacía tarde.
El policía de tránsito simplemente le dijo al escuchar las palabras del chequeador que nos veíamos en los tribunales.
Con todo esto, me pregunto:
¿Dónde está la igualdad a las personas con discapacidad?
¿Dónde están mis derechos?
¿No soy igual que las personas que también iban e ingresaron al autobús?
¿Acaso no han entendido que todos vamos a necesitar de la ley 7600?
Admito, que regrese a casa de mis padres llorando y cabizbaja pensando porqué hay personas así y porqué no merezco lo que tú, que estás leyendo mi post mereces.
Admito que me quedé con el sinsabor de entender cuan mal está la mentalidad de muchas personas que tienen un pensamiento de superioridad por poder hacer lo que yo hago de forma diferente.
La verdad, es que no se lo deseo a nadie ni tampoco quiero que quienes me hacen pasar por esto tengan que vivirlo porque no sé si podrán soportar un día bajo los términos de discriminación y discafobia”

A pesar de las denuncias publicadas en amplios reportajes de investigación del Semanario Universidad, los SEÑORES AMOS DEL TRANSPORTE NACIONAL como los aquí denunciados, siguen haciendo lo que les da la gana y siguen recibiendo jugosos dividendos en tarifas con fórmulas que sólo ellos y el ministerio de obras públicas y transportes entiende. Ruta similares con cargas y cantidad de usuarios similares presentan tarifas disímiles. Asientos con menos de 30 cm de distancia del otro asiento Y con una altura al piso de sólo 40 cm.